SALUDO DE VUELTA DE VACACIONES

Que la calma te acompañe
Paz y silencio
Paz y bien
Que se alivie tu dolor
Que se evapore tu ira
Que se relajen tus músculos
Salud y cordialidad
Gracias por tu sonrisa
Gracias por tu belleza
Gracias por tu amabilidad
Gracias por ser compasiva
Gracias por la ternura de tu gesto
Gracias por cuidarlo
Gracias por tu delicadeza
Que tengas un buen día
Que seas feliz.






Texto estriado de la revista helios.

!FELICES VACACIONES!

Das cada paso como

hombre libre.


¡Hemos tratado a la Tierra

 con tanta violencia! ¿Es

 posible la reconciliación?

Practicar la meditación del

caminar consciente es una

forma maravillosa de conseguirlo.

Cada paso que das sobre el suelo se asemeja a un beso.

Tú besas a la Tierra al caminar sobre ella y la Tierra te

devuelve el beso.

No se trata de caminar para llegar a ningún sitio, sino

simplemente de caminar por caminar.

No hay ningún lugar al que llegar, nada que alcanzar,

exclusivamente esto: dar un paso detrás de otro.


                                                              (Thich nhat hanh)

Hoy quería hacer homenaje a todas las mujeres que dentro o fuera de casa somos trabajadoras, de la mano de un poema de Ana Rosetti.
Esta poeta o poetisa, revolucionó el panorama literario en la España de los años 80, destacando por sus méritos  entre los mejores poetas españoles de la poesía contemporánea.




HUBO UN TIEMPO… 
Hubo un tiempo en el que el amor era un 
intruso temido y anhelado. 
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante 
insoportables desvelos. 
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil 
veces, que jamás llegaría a su destino. 
Una incesante y tiránica inquietud. 
Un galopar repentino del corazón ingobernable. 
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad 
de los espejos. 
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del 
júbilo. 
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del 
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba, 
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la 
escalera. 
De «Los devaneos de Erato» 1980

× WhatsApp