La Manuka es un arbusto que crece en Nueva Zelanda. Los maoris lo han utilizado durante siglos para luchar contra la fiebre, el asma, la bronquitis, el eczema, el reumatismo o para cicatrizar heridas.
La miel de Manuka posee un poder antiséptico y antibacteriano Único capaz de luchar contra cualquier tipo de bacteria. El Metilglioxa, es el directamente responsable de la actividad bacteriana de la miel de Manuka. Un principio activo científicamente probado y garantizado con el sello IAA o UMF y clasificado por orden de intensidad de concentración:
10+: Adecuado para un consumo diario consiguiendo un completo bienestar y protección del sistema digestivo de la proliferación de bacterias.
15+: Adecuado para todo tipo de dolencias digestivas así como de la prevención de catarros y curación de heridas de todo tipo de gravedad, quemaduras, fuertes agresiones, cicatrices, úlceras, etc.
20+: Adecuado para todo tipo de dolencias digestivas así como de la prevención de catarros y curación de heridas de todo tipo de gravedad, quemaduras, fuertes agresiones, cicatrices, úlceras, etc. Con un poder antibacteriano algo superior al 15+.
Se recomienda tomar 2 cucharaditas por la mañana en ayunas y 2 antes de acostarse, si se toma acompañado de pan o tostadas para que se mantenga durante más tiempo en el estomago.
También puede aplicarse directamente sobre la piel en casos de problemas tópicos tales como eczemas, quemaduras, cortes, escaras diabéticas o de posición, etc.
En el mercado podemos encontrar la miel de manuka como tal o en crema o en pastillas.
Pastillas 100% pura miel de Manuka 10+: Ideales para solucionar problemas de boca y garganta. Mantener una pastilla en la boca, las veces que sea necesario.
Crema reparadora 40% miel de Manuka 10+: Para pieles dañadas, secas, alteraciones cutáneas superficiales (quemaduras superficiales, abrasiones, etc)