Corrían los años años 40 del siglo XX, cuando la industria farmacéutica se enorgullecía de sus logros, al haber sido capaz de sintetizar la mayoría de las vitaminas. El profesor Stepp, reconocido investigador alemán a nivel mundial por sus estudios acerca de las vitaminas, asistía a un congreso científico en la Facultad de Medicina de Valencia (España). Fue llevado por sus colegas del lugar, a visitar los hermosos naranjales de la huerta Valenciana y tuvo el privilegio de comer una naranja recién cortada del árbol. Fue entonces cuando aquel hombre de ciencia, promotor de la producción de vitaminas sintéticas se olvidó de su ciencia y exclamó:
-! Cuánto más saludable es saborear una buena naranja valenciana, que tomar el mejor medicamento a base de vit. C que nuestra industria sea capaz de producir!!
Con esta anécdota quiero recordar y resaltar dos aspectos importantes para mi,
1- la calidad de la salud a través de la alimentación de temporada, biológica y de cercanía
2- la importancia de un bien que ha diferenciado y caracterizado esta ciudad desde hace años y que ahora por la ambición, globalización y desvinculación con la naturaleza que ofrece la industria agroalimentaria cada vez hay más campos de naranja abandonados o sin recoger.
Hagamos entre todas una alimentación saludable para nosotras y nuestro entorno, colaborando así en un planeta más sostenible.
🌟Hoy sabemos que además de la vit. C, la naranja tiene alrededor de 170 elementos fitoquímicos, que potencian y complementan la acción de esta vitamina, siendo una gran aliada para las enfermedades infecciosas.
La foto es una naranja, cortesía de mi vecino, preparada con canela y AOVE, una forma deliciosa de consumo que permite una mayor saciedad y un menor pico glucémico, ideal para aguantar saciada, para diabéticos o personas con control de peso. Os la recomiendo! 😋
💚 Cómo es tu forma preferida de consumir naranja? Cuéntame…