Cáscara de plátano para limpiar agua contaminada industrialmente.
Las pieles de plátano, desecadas y pulverizadas, al mezclarlas con agua contaminada la limpian de metales pesados. Una proporción de 5 ml por 100 de líquido es capaz de purificar en un 65% agua con moléculas de uranio, cadmio o níquel. Así lo asegura la doctora en ciencias químicas Milena Boniolo desde la Universidad Federal de São Carlos, en São Paulo.
Este barato sistema es posible porque los metales pesados tienen una carga positiva que les hace ser atraídos por las moléculas negativas del polvo de banana después de pasar una semana al sol para secarse. Si se repite el proceso, es posible purificar el agua completamente.
Sólo en el Gran São Paulo, los restaurantes desechan semanalmente casi cuatro toneladas de piel de plátano, que si se recogieran podrían destinarse a limpiar aguas contaminadas industrialmente. Mientras, si se desecha, la piel de plátano tarda dos años en biodegradarse.
Lo que comenzó como una investigación casera se ha presentado como tesis en el IPEN (Instituto para la Energía y la Investigación Nuclear) y le ha proporcionado a Boniolo el Premio Joven Científico. La doctora, que también va a presentar su descubrimiento en el Reino Unido, siguiente tiene como objetivo encontrar socios que le permitan desarrollar el proyecto a escala industrial.
FUENTE: ECOTICIAS.COM
Deliciosas Recetas con Miso
SOPA DE LENTEJA ROJA CON MISO: (Receta apta para control de peso)
Ingredientes: 150g de lentejas rojas, 1 cebolla, 200g de hongos de un tipo o variado, la parte verde de un puerro, agua, sal marina, mugi miso y aceite de sésamo.
Preparación: Cortar la cebolla y los hongos si son grandes en daditos. Calentar en una olla un poco de aceite y dorar las cebollas y los hongos con una pizca de sal, hasta que la cebolla quede doradita, añadir las lentejas rojas. Mezclar y añadir agua ( dos veces la cantidad de lentejas). Cuando hierva poner a fuego lento y dejar unos 20min. Hacia el final rectificar de agua si fuese necesario y añadir una cucharada sopera de mugi miso diluido en un poco de agua o caldo vegetal. Dejar 2 minutillos más a fuego lento y apagar. Añadir el puerro a rodajitas.
SOPA JAPONESA: (Receta apta para control de peso)
Ingredientes: Caldo vegetal, Miso, Cebolla, cebollino, tofu, sésamo, Algas y fideo chino.
Preparación: Poner en remojo antes de empezar 1 lámina de kombu o wakame en 300cc de caldo vegetal. En un cazo sofreír la cebolla y el cebollino en un poquito aceite de sésamo u oliva virgen, cuando la cebolla esté transparente añadir el tofu a taquitos y dar una vuelta. Añadir el caldo vegetal y dejar cocer hasta la ebullición, trocear mientras el alga ya hidratada y añadirla, cuando esté hirviendo, apagar el fuego e incorporar una ración de fideo chino, sin dejar de remover. Por último añadir una cucharada de café de miso y espolvorear con sésamo triturado.
PATÉ DE GARBANZOS CON MISO
Ingredientes: 1 taza de garbanzos cocidos hechos puré, 1/3 taza de tahin, 1 ½ cucharada de mugui miso, 2 cucharadas de zumo de limón, 1 cebolla pequeña contada en dados, 1 diente de ajo picado, 1 chucharadita de miel o de sirope de cereales, u poquito de pimienta negra.
Preparación: Mezcla bien todos los ingredientes, machacándolos bien hasta tener una textura de puré. El sabor aumenta si se deja en reposo en la nevera toda la noche.
Se puede tomar untado en tostaditas, para hacer un sándwiches, para rellenar verduras crudas como endivia, apio de ensalada, tomates, aguacates, etc.
Miso ¿qué es y como se utiliza?
Según la mitología japonesa, el miso fue un regalo de los dioses para garantizar al hombre salud, longevidad y felicidad. Apareció en las zonas montañosas para combatir el frío, y a lo largo del tiempo han surgido variedades según su zona geográfica, la materia prima disponible, el clima y las costumbres de cada región.
La palabra Miso significa “fuente de sabor”. Mi es “sabor” y So “fuente”. La historia del Miso en Japón empieza en el siglo VI, era un producto muy caro y reservado a la nobleza. Hoy en día el miso es indispensable en la cultura alimentaria japonesa.
El ingrediente base del miso es la soja, y se obtiene mediante un proceso largo de fermentación, gracias a la acción de un hongo (Aspergillus Orizae).
Su vida enzimática ayuda a regenerar la flora intestinal y facilitar la digestión. Es muy nutritivo, rico en hidratos de carbono, vitaminas, minerales y proteínas.
Se caracteriza en ser muy proteico gracias a la soja, contiene vitamina B2, que reduce la oxidación del cuerpo y la fatiga mental. La vitamina E ayuda al antienvejecimiento, y las enzimas del Koji facilitan la digestión y asimilación de los alimentos.
Ayuda a mantener la temperatura corporal estable durante las estaciones frías y nos da energía, nutre la piel y el cabello, ayuda a neutralizar los efectos del tabaco, el alcohol, y la contaminación ambiental, y favorece el equilibrio hormonal de la mujer.
El miso tiene un sabor salado, puede sustituir la sal o la salsa de soja (tamai o shoyu) en la mayoría de recetas. Es más suave que la salsa de soja y da más cuerpo a los caldos y salsas.
Al ser un alimento vivo, sus muchos microorganismos se pueden matar fácilmente en cocidos prolongados. Para no perder estas cualidades, el miso se tiene que añadir siempre al final de la cocción, sin que llegue a hervir.
Hay diferentes tipos de miso según sus ingredientes, tiempo y temperatura de fermentación, condiciones climáticas de la región, etc. En este sentido tiene puntos en común con la maduración de los quesos o vinos.
Tipos de Miso
Genmai Miso: con soja y arroz integral, tiene más cantidad de nutrientes que los demás misos, pero su elaboración es más complicada. Fermenta durante un año y medio en barriles de cedro.
Hatcho Miso: sólo con soja, ese el más proteico (20%) y con el sabor más fuerte y salado. La soja fermenta en un barril de cedro, cubierto por una pirámide de piedras durante 3 años.
Mugi Miso: con soja y cebada, su fermentación dura entre uno y dos años. Es el más conocido en Occidente, ya que su sabor no es muy fuerte y su aroma muy suave.
Shiro Miso: a diferencia de los diferentes misos contiene en su mayoría arroz y la mitad de sal que el resto. La rápida fermentación (2 semanas) genera su característico sabor dulce y color blanco.
Natto Miso: con soja y cebada fermentada de uno a tres meses y se le añade alga kombu, jengibre, sirope de cebada y sal marina, dotándolo de un sabor y aroma muy particular. Es un condimento y no se cocina, ideal para arroces, sushi, tostadas o verduras frescas.
Fuente: luz de vida
Mañana como siempre las recetas, por si os animáis, ahora en invierno va genial y está bueno.
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