Menú para los estudiantes

DESAYUNO EN CASA
1 yogur desnatado con muesli y plátano
Pan integral tostado con aceite de oliva
 
TENTEMPIÉ MEDIA MAÑANA
3 mandarinas
1 puñado de frutos secos
 
COMIDA
Ensalada variada
Macarrones a la boloñesa (con salsa de tomate y un poco de carne picada)
Macedonia de frutas frescas
Pan integral y agua
 
MERIENDA
Bocadillo de aguacate y queso fresco
Agua
 
CENA
Judías tiernas salteadas con ajo y perejil y aceitunas negras
Tortilla de patatas con ensalada de tomate
Batido de yogur desnatado y piña natural
Pan integral y agua
 
*Condimentar los platos con una pizca de sal yodada y utilizar aceite de oliva como grasa de elección.
 FUENTE: Reportaje Aprendemás

Las claves de una buena alimentación antes de un examen

UNA BUENA EDUCACIÓN
 Es obvio que también hay que educar para alimentarse mejor. Entre la familia y los comedores escolares se reparten la responsabilidad de formar a los más pequeños en materia alimentaria. La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) indica que los niños empiezan a asimilar y a mimetizar las selecciones de alimentos de sus cuidadores de manera muy temprana, incluso antes de ser capaces de apreciar las implicaciones de dichas selecciones. Esto es particularmente relevante si se tiene en cuenta que en la etapa infantil se incorporan la mayoría de los hábitos y prácticas alimentarias de la comunidad. Así, tanto las preferencias como aversiones hacia determinados alimentos beben de un escenario familiar grabado en los genes y en la memoria del cual los estudiantes no pueden escapar. Pese a que existe una predisposición genética por parte de los niños pequeños hacia los alimentos ricos en energía, dicha tendencia se modifica en base a la experiencia, sobre la cual influye notablemente el rol que desempeñan los cuidadores, sus padres en la mayoría de los casos. AEDN insiste en que es necesario que sean los adultos los que ejerzan un papel importante en el desarrollo de las preferencias alimentarias.

 

Pero no sólo el ambiente familiar tiene unos efectos sobre la educación nutricional. La postura más observada por los nutricionistas de AEDN es cómo los estudiantes combinan una amplia oferta alimentaria, no siempre adecuada desde el punto de vista nutricional, con una actitud hacia los alimentos propia de otras épocas -más valor para alimentos antiguamente poco presentes en la mesa, como la carne, y una insistencia en comer cantidades de alimentos superiores a la sensación de apetito-.  A estas características es preciso añadir los efectos que sobre la alimentación tienen los cambios que experimenta nuestra sociedad: poco tiempo para preparar conjuntamente la comida, para compartir las comidas en familia; mucha oferta de ocio pasivo, televisión, ordenador, consolas, etc.

 

Para la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas, el comedor escolar también está cada día más presente en la sociedad, y cree que se debe hacer hincapié en procurar que los niños que comen en el colegio tengan la oportunidad de conocer la alimentación equilibrada y de enfrentar el menú sano escolar con otros. AEDN hace referencia a diferentes estudios que demuestran que los menús escolares han cambiando sustancialmente en la última década, y en gran medida se debe a la incorporación de dietistas y nutricionistas en su configuración, tanto en los colegios como en las industrias de catering. “Todavía queda mucho por hacer, pero estamos en el buen camino. Nunca la comida del colegio sabrá como la de casa, pero en el colegio el menú está diseñado de acuerdo a unas pautas nutricionales específicas para el estudiante, si esto inspira al resto de la dieta del joven se convertirá en una aliada”, afirman.

 

Por último, Carreño recomienda combinaciones alimenticias en las que se tenga por objetivo reducir los tóxicos. Por otra parte, sustituir aquellos cereales refinados (pastas, arroces, pan, etc) por cereales integrales o el trigo sarraceno. “Es importante empezar a meter súper nutrientes, comidas muy frescas. Por ejemplo tener verdura lista para comer, lavada y fresquita, cuesta muy poco. Cruda o lo menos cocinada posible, lo que la gente pueda tolerar”. También aconseja recibir con los brazos abiertos los beneficios del pescado azul o rechazar de plano los aceites de calidad inferior a la “súper virgen extra”. Por último aboga por la abstinencia de la carne, pero tranquilos, sólo la destinada a la alimentación. Las bajas pasiones tienen vía libre entre examen y examen.

FUENTE: Reportaje de Aprendemás.

Las claves de una buena alimentación antes de un examen

Este articulo es muy interesante, tanto para quienes esteis estudiando como para las mamas, abuelitas o papas que preparen la comidas a niños en época de exámenes. Como es muy largo lo voy a presentar en pequeñas dosis.
Hoy una parte del articulo, mañana otra y pasado un menú tipo, adaptable a cualquier edad y gustos, si hay alguna duda, aunque el articulo no lo he escrito yo, coincido digamos al 99% en lo propuesto, como dietista y asesora nutricional podéis exponerme vuestras dudas, si las hay claro.
Espero que os guste.
Se acerca una oleada de exámenes. Pero no es suficiente llevar la lección aprendida el día de la prueba. A la tensión acumulada, nervios y horas de estudio hay que añadirle una buena alimentación para que sea óptimo el rendimiento académico. Diversos nutricionistas nos dan pistas sobre cuáles son los alimentos recomendados y nos ayudan a confeccionar un menú saludable para afrontar con éxito los exámenes.
Durante la época de exámenes, los estudiantes prestan poca atención a mantener una dieta equilibrada, saludable y que favorezca la concentración. Diferentes nutricionistas ofrecen su versión de cuáles son las mejores opciones para conseguir una dieta rica y que sea el complemento más adecuado para una buena salud mental. Pero también alertan de los peligros existentes: entre lo más perjudicial, las grasas saturadas y los azúcares refinados.

Es casi seguro que los hábitos alimenticios en la actualidad han variado mucho desde la antigua Grecia, pero si Pitágoras levantara la cabeza no daría crédito a las costumbres que los estudiantes de hoy ponen en práctica cuando deben sentarse a comer en época de exámenes. Así, los pitagoristas, corriente pensadora seguidora del matemático griego, promovían una alimentación centrada en el vegetarianismo. Es más, muchos subsistían a base de pan y agua solamente, o incluso practicaban la abstinencia, y no sólo de comer. Hoy, se podría decir que los estudiantes no toman una alimentación demasiado abundante, pero seguro que las razones de los pitagoristas eran algo más que espirituales.

Sin querer entrar en generalizaciones, comer poco y mal es una costumbre del universitario de hoy. Según los datos que se extraen del estudio enKid sobre los Hábitos alimentarios entre la población infantil y juvenil española de entre 2 y 24 años, los jóvenes  españoles consumen una cantidad superior a la recomendada de grasas, proteínas y azúcares refinados. La ingesta de fibra contenida en verduras es pobre, y la de frutas y hortalizas, insuficiente. Además se añade que más del 60% de los niños y adolescentes españoles no practica ejercicio, o lo practica menos de dos veces por semana, repercutiendo directamente en su estado de forma.

Se sabe de sobra que una buena alimentación incide de manera positiva en el rendimiento, la memoria y la concentración cuando hay que ponerse a estudiar. No debería extrañar que numerosos pensadores optara por una alimentación vegetariana, pues dentro de las recomendaciones de la mayoría de nutricionistas el papel de las verduras, frutas y hortalizas es claramente protagonista. El propio Pitágoras, Diógenes, Sócrates, Platón, Kant, Einstein, Tolstoi o Ghandi defendieron su práctica.

Según la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN), “una dieta saludable es la mejor herramienta para lograr un adecuado rendimiento intelectual. Se deben consumir cantidades abundantes de cereales y derivados; como la pasta, el arroz, el pan, mejor si son integrales. También, las legumbres, frutas, verduras y hortalizas; frutos secos y aceite de oliva. Es preferible consumir cantidades menores de pescado, aves, huevos y lácteos, y aún más pequeñas de carnes”.

La naturaleza, en su infinita sabiduría, ha aportado alimentos que por sus propias características nutricionales constituyen una ayuda extra cuando hay que hincar codos.  Sin dejar de hacer un merecido reconocimiento a los rabitos de pasas, por su trayectoria a lo largo de los años, también las frutas, los lácteos y cereales tienen su espacio. Por ejemplo, para el desayuno. El efecto de esta comida en el rendimiento escolar es uno de los aspectos más estudiados. Según AEDN, dejar de hacer esta comida supone que el cuerpo pasa muchas horas de ayuno, lo que puede reducir la concentración de glucosa en la sangre. Este se traduce un menor rendimiento intelectual a distintos niveles; desde una disminución de la rapidez y exactitud de la memoria auditiva y visual a corto plazo, así como de la memoria inmediata, retardada y de reconocimiento y espacial. Puede verse reducida la fluidez verbal y el rendimiento en las pruebas de aritmética. No se trata de “sobrealimentarnos”, aseguran, sino de saber que el desayuno es importante y debe ser saludable. Además de llevar una regularidad en las comidas, también se recomienda seguir una dieta rica en frutas, hortalizas, pescados y legumbres en el resto de comidas.

Paco Carreño, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y experto en Nutrición Terapéutica Ortomolecular, también se decanta por las frutas verduras y hortalizas, y recomienda que se ingieran crudas. Además, echa abajo ciertos mitos y tópicos alimenticios y aclara que, sin caer en la abstinencia de los griegos, es preferible no comer demasiado.

BAD FOOD

Ya sabemos cuáles son los alimentos buenos, pero y los malos, ¿qué pasa con ellos? En la jerga profesional se les llama superfluos, aquellos que no son necesarios desde el punto de vista nutricional. “Son alimentos que aportan mucha energía, como el azúcar, las grasas saturadas o la sal. En cambio, apenas contienen nutrientes esenciales para el funcionamiento correcto del organismo (fibra, vitaminas, minerales, grasas insaturadas, antioxidantes, etc.)”, coinciden los especialistas consultados.

Estos alimentos son los que se sitúan en la punta de la pirámide de la alimentación saludable: refrescos, bollería, pastelería, embutidos y carnes grasas, golosinas, caramelos, patatas chip y snacks similares, comida rápida, mantequilla, helados, azúcar, etc. Incidir en los peligros de la ingesta de este tipo de alimentos no debe caer en un saco roto. Por ejemplo, el azúcar refinado es un claro ejemplo. Estudios europeos aseguran que cada niño consume unos 50 kilos de azúcar al año. Este carbohidrato vacío roba nutrientes, especialmente la vitamina B, indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso; al escasear ésta, aparecen problemas físicos y mentales.

Algo tan usual en la alimentación infantil como las golosinas, además de tener azúcar, contienen pequeñas trazas de aluminio produciendo trastornos en la conducta, como hiperactividad y pérdida de memoria, y a la larga, Alzheimer y Parkinson.

Además de las chucherías, Carreño también desecha todos aquellos productos enlatados y envasados, también la comida rápida -“el famoso vamos a pillar un chino, un McDonalds a la salida de la biblioteca para no perder tiempo”- o incluso a la comida servida en un bar de tapas. Menús muy recurrentes por combinar una cantidad bastante aceptable de comida por un precio más económico que los estudiantes se pueden permitir. Este experto no se olvida de mencionar el aditivo glutamato monosódico (aditivo potenciador del sabor presente en sobras de sobre alimentos en conserva, aliños preparados para ensalada) y el edulcorante aspartamo, sacarina de toda la vida con efectos cancerígenos según algunos estudios como el de la Fundación Ramazzini de Oncología.

La advertencia que realiza sobre la peligrosidad de estos dos elementos es, principalmente, por una razón: este tipo de aditivos y edulcorantes son neurotóxicos, afectan directamente al cerebro. Es por ello que recomienda, al menos, intentar contrarrestar dichos efectos con una rica y completa alimentación. ¿Lo más sorprendente de todo? “Es que aún así, sin una alimentación óptima y un buen descanso, el estudiante consigue estudiar”, afirma Carreño. Carreño lamenta que esta situación resulte fruto del desencuentro que existe entre los intereses de las entidades públicas y la industria de la agroalimentaria con el verdadero interés que tiene las entidades públicas responsables del aspecto relacionado con la población y la salud.


FUENTE: Reportaje Aprendemás

Frases del Día

Cada Alimento, cada paso, cada sonrisa, puede ayudarnos a experimentar la vida en profundidad.


La calidad del ser se corresponde con la calidad de sus acciones.


                                                                                                                      THICH NHAT HANH

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